martes, 29 de enero de 2013

Reseña de Dune



Título:
Dune

Autor:
Frank Herbert

Editorial:
De bolsillo

Leído por: 

Este fue el libro elegido para el club de lectura de radiopatio, había oído hablar de él, pero la ciencia ficción y yo no somos grandes amigas, así que nunca le encontraba tiempo.

Resumen:
Arrakis: un planeta desértico donde el agua es el bien más preciado, donde llorar a los muertos es el símbolo de máxima prodigalidad. Paul Atreide: un adolescente marcado por un destino singular, dotado de extraños poderes, abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir. Los Harkonnen: personificación de las intrigas que rodean el imperio Galáctico, buscan obtener el control sobre Arrakis para disponer de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.


Mi opinión:


Al duque Leto, de la casa de los Atreides lo “cambian” de un planeta estilo el amazonas a otro estilo el Sahara (Dune), pero digamos que en el planeta del Sahara, hay una especia (que ha sido terminar el libro y no saber todos sus usos, parece el aloe vera, cada vez se inventan un uso nuevo) que todo el mundo quiere y cuyo precio anda por las nubes porque es más difícil de conseguir que los percebes, entre sus usos está el de alargar la vida. Todo este cambio es “una trampa” que le tienden el Emperador y los Harkonnen. Mientras tanto, la jefa de las Bene Gesserit (alguien a la que no pude parar de imaginarme como una especie de “Mendel” cruzado con la jefa de algún internado) acaba de venir a probar a Paul (hijo de Leto y Jessica, Jessica es una Bene Gesserit), a ver si es el elegido (no dicen el elegido, sino el Kwisatz Haderach). Y es que las Bene Gesserit tienen habilidades psíquicas especiales, por decirlo de alguna manera, pero solo las mujeres, no admite hombres, a sus “chicas” las mandan a reproducirse con “genes interesantes” (por eso la veo yo como una especie de Mendel, claro, que a la especia la vi como el humus de las lombrices y a los gusanos como lombrices, así que mejor dejemos mis comparaciones) y la mayor parte de las veces solo las dejan engendrar hijas.




A su vez los Harkonnen no paran de intrigar con todos los que tienen a su alrededor, Harkonnen incluidos, intrigar es algo así como su hobby, por decirlo de alguna manera y los Fremen (habitantes de Dune) están hasta las narices de los Harkonnen, del emperador y de todo aquel que le da por querer gobernar su país; a los fremen, digamos que los tienen como tontos y bárbaros, pero en el libro se descubre que no son ni una cosa ni la otra.




Como se puede ver, el argumento o intentar explicar las tramas  y subtramas que tiene este libro es un lío monumental. Recuerdo que cuando lo empecé, lo primero que pensé fue por qué no se llaman Pedro, Pablo, Juan, Pili e Isabel, ¿de dónde narices han sacado esos nombres tan raros? Pero no solo para los personajes, sino también para los “hechos” y un largo etc que podría seguir aquí . El hecho de que hubiese varias casas, que cada una vivía en un planeta (no cada una en un reino, sino en un planeta, aquí van de sobrados de la vida con todo) y donde la mayor amenaza es que destruyan tu planeta si la lías de alguna manera que enfade al emperador. También tengo que decir que estuve perdida durante más o menos las primeras 100 páginas y luego más o menos me fui encontrando.




Aunque la trama es complicada, acción no hay tanta, es más bien una especie de juego de ajedrez que se juega entre las casas, algo sobre “intriga bien y que no te pillen con quién”, pero el libro no es aburrido en absoluto, en todo caso diría que a veces es un pelín denso.




Los personajes son de lo mejorcito de la novela, cada uno de un padre y de una madre distinta, bien perfilados y no empiezan como acaban, todos evolucionan, algunos se dan cuenta que estaban equivocados, otros no. Si hay algún personaje tipo al que le cogí un poco de tirria, ese fue Paul, al final es demasiado “mesía”, parece más robot que persona, no tiene sentimientos. En cambio Jessica y Gurney fueron los que más me gustaron del libro.




El final es bastante cerrado, pero deja algún frente abierto “de poca importancia”, por decirlo de alguna manera, la trama principal queda resuelta, pero las secundarias, no tanto. Así que aunque forma parte de una eterna saga (no conforme con la del padre, el hijo también se puso a escribir por su cuenta), se puede quedar uno lo suficientemente tranquilo tras leerse ese final.





Todos los capítulos empiezan con un breve texto de la princesa Irulan que a continuación se explica en el capítulo narrado en tercera persona. A su vez el libro se divide en tres libros: Dune, Muad’dib y el profeta.

En conclusión un libro un poco denso, con personajes bien perfilados y una trama elaborada de forma bastante inteligente.

Extra, Extra:

Para los que estén interesados, hay varias miniseries y películas de la película (la que está abajo es la de 1984, que está bien, si no te importa ver efectos especiales de la edad media...).

Además de los libros que escribió el padre, el hijo (ya sabéis el dicho: "vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos"), siguió publicando varios libros de la historia de Dune.
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